Empezar con un negocio propio no es fácil, pero no es algo imposible. Más allá de necesitar un gran capital, lo que se necesita es una idea y todas las ganas de sacarla adelante. Independientemente de la actividad a la que se dedique, siempre es posible tener un segundo ingreso o si es empleado y anhela la independencia es una posibilidad que puede considerar.
Carlos Sanabria cumplió sus 10 años y ahí tomó plena conciencia de la pobreza en la que vivía su familia. Su mamá tenía 6 niños por los cuales responder y era todo un reto darles todo cuando su sustento lo derivaba de vender verduras en un puesto de una plaza de mercado. Esto no la detuvo para ser ejemplo de perseverancia para sus hijos.
El primer trabajo que tuvo este empresario textil fue llevando mercados a la casa con un carrito de balineras, también fue albañil, zapatero y taxista.
Por cosas de la vida terminó en Medellín y llegó la oportunidad de negocio, llenó la renoleta de ropa de todo tipo y se vino para Bogotá. Acá empezó a vender ropa puerta a puerta, a crédito. Tenía claro que en la primera cuota se recuperaba la inversión, lo demás eran las ganancias.
Y así fue creciendo, luego ya encontró un local en el centro de confección mayorista más grande del país, el GranSan, decidió que el camino era la ropa infantil y de eso ya han pasado 11 años. Mirando hacia atrás dice que para él la mejor forma de empezar es desde abajo, hacer el camino paso a paso.
Con la llegada de la Semana Outlet, los precios de la ropa están mas bajos que nunca, así que vale la pena aprovechar para arrancar. Como dice este empresario de la vida, no importa el capital que tenga para invertir, lo importante es las ganas que le quiera meter a su negocio!
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