Aruba es una de las tres islas antillanas, perteneciente al Reino de los
Países Bajos, sus playas están catalogadas como las mejores del mundo. En una
de ellas los turistas van a pedir deseos, sin saber que están atentando contra
el medio ambiente.
“Aruba, lo
tiene todo, tiene playa, tiene un mar espectacular con una fusión de azules de
turquesa que a mi particularmente me enamora”, destaca Grace Orta, una de sus
visitantes.
A
menudo es llamada isla feliz, ubicada en el mar caribe, rodeada del color turquesa
de su mar que le ha dado fama y reconociendo a nivel mundial por sus
exuberantes paisajes coralinos. “Yo no he encontrado en ninguna otra playa del
caribe, es un lugar que se llama «Conchi», que es una piscina natural debajo de
un arrecife, es una cosa impresionante”, relata Anaís Castro.
También tiene
magia y mucha historia de algunos de los hechos que acontecieron en el siglo
XX, cómo la II Guerra Mundial que llegó aguas caribeñas de Aruba, la excolonia
holandesa que estuvo en el punto de mira de los alemanes y cuyas “ruinas”
marinas son hoy un atractivo para turistas y buzos. Ese es el caso del
gigantesco carguero alemán Antilla, al que su capitán Smith, ordenó
hundir antes de que cayera en manos holandesas.
En
la playa «Conchi», los turistas llegan como es tradición a armar torres de
piedras y conchas de diferentes tamaños y formas. Cada una representa un anhelo
por cumplir. Pero está comprobado científicamente que la “fiel tradición” le
produce daños irreparables al medio ambiente y al lugar.
El lugar es una formación rocosa única, las piedras volcánicas rodean
una pequeña depresión y crean, así, una piscina tranquila: la Piscina natural
de Aruba o playa «Conchi».
Cortesía Agencia de Noticias RPTV
0 Comentarios
Tu participación alimenta la Actualida7, nunca dejes de hacerlo!
Emoji